MARÍA JESÚS BERDASCO Concejala del PP en Siero
Lugones,
Manuel NOVAL MORO
La concejala lugonense del PP María Jesús Berdasco ha levantado un revuelo considerable al calificar de ««botellón» en toda regla la ruta de Santa Isabel (desfile de jóvenes por los bares de la localidad) y al asegurar que en ella se vende alcohol a menores. También desató una oleada de críticas al advertir de que puede ocurrir en Lugones lo mismo que en Pozuelo.
-Se ha metido en un buen berenjenal.
-Lo que es triste es que yo me haya hecho popular por estas declaraciones, cuando debería ser todo lo contrario. Yo debería pertenecer a la amplia masa que defiende los intereses de todos los ciudadanos ante situaciones como éstas.
-Dicen que exagera un poco.
-No estoy exagerando, estoy intentando prevenir. Por otro lado, yo no denuncié la deriva de la ruta después de los sucesos de Pozuelo, sino mucho antes. ¿Es exagerado intentar evitar que ocurra lo de Pozuelo?
-¿De todas formas, no cree que es excesivo comparar la ruta de Santa Isabel con Pozuelo?
-Yo no lo comparo. Ya antes de lo de Pozuelo denuncié que es contradictorio que administraciones del mismo signo político estén haciendo lo contrario. En Ribadesella, un alcalde del PSOE hizo una ordenanza para regular el «botellón», y en Siero, el Alcalde y su mano derecha, Ángel García, «Cepi», lo promueven. No tiene sentido que se estén destinando cantidades ingentes de dinero en planes de drogas y por otro lado se estén subvencionando estas actividades. A mí me da mucha pena que Lugones sea conocido en toda España por un «botellón», porque en la misma página web de los ruteros está colgado el vídeo de los telediarios donde salió el alcalde, Juan José Corrales, haciendo apología del «botellón» y diciendo barbaridades como que es una manifestación cultural.
-Los más jóvenes probablemente no estén muy de acuerdo con usted.
-Quiero dejar muy claro que no queremos atacar a la juventud, sino regular para conciliar los derechos que tienen los jóvenes a la diversión con los derechos de los vecinos a descansar. Hay municipios que ya están destinando zonas en la periferia para este tipo de fiestas. Los irresponsables e insensatos son los que están diciendo que nunca ocurrió nada, bien porque son unos hipócritas o porque se van a la cama a las once de la noche y no viven el «posbotellón».
-Eso es inevitable en cualquier fiesta.
-La diferencia es que esto no es la consecuencia de la fiesta, es el fin. Se abren las fiestas con un «botellón». No podemos compararlo con las Piraguas, con el Carmín. Después de una fiesta siempre hay gente que está más borracha, que está menos borracha y gente que está de maravilla, como en la ruta de Santa Isabel, donde me consta que la mayor parte de los jóvenes la disfruta de forma muy sana.
-¿Si es así, a qué tantas críticas?
-El tema es que aquí se está haciendo un «botellón» en el marco de las fiestas de Santa Isabel para que cada vez haya más gente. Las fiestas existían muchísimo antes de que las cogieran inteligencias preclaras como la de Cepi y antes de que Corrales hiciera apología del «botellón». Y eran de las mejores de Asturias, y famosas por algo más digno que ahora. No pasa nada si no hay ruta.
-Lo que ha dicho no le dará demasiados votos.
-No me he planteado la rentabilidad política a la hora de hacer las declaraciones. Lo hice porque considero que es mi obligación. Para estar en política hay que mojarse, y hay que opinar y hay que decir cosas que a veces no gustan. Y, además, la gente es inteligente, la juventud es muy inteligente, la juventud probablemente acabe agradeciendo que regulemos el «botellón». Rentabilidad política la saca el PSOE, puesto que los mismos que están sirviendo el «botellón» son interventores en La Ería. Yo me la juego a riesgo de que mucha gente se me eche encima.