El futuro de Gijón, con menos luz y menos coches

Dos fuentes de contaminación que el Ayuntamiento quiere reducir.
«Hemos apagado las luces por la noche en la zona rural y nadie se ha quejado». Santiago Martínez Argüelles, concejal de Coordinación Administrativa y Hacienda, fue gráfico ayer en el diseño de la ciudad que imagina para el futuro, más eficiente y sostenible.
Argüelles participó ayer en la inauguración del curso de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Gijón y mostró a los estudiantes el plantamiento municipal para la ciudad del futuro. El edil resaltó que en materia medioambiental «tendremos que desarrollar alguna medida a medio plazo». Se trata de la reducción de la intensidad de la iluminación pública durante las noches. Martínez partió de que «durante mucho tiempo se asoció la seguridad con la iluminación de las calles, pero esa correlación no existe. Por ello, hay que hacer una revisión de la situación, pues no la podremos aguantar económica ni medioambientalmente».
 Pero es que, incluso, ya hay empresas gijonesas que están desarrollando este concepto, como Ideas en Metal y Entornos Integrados de Automatización (Enia), que en la pasada edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias presentaron un proyecto conjunto de una serie de farolas solares que con bombillas de 30 vatios ofrecen una luminaria más potente que la convencional. El Ayuntamiento de Gijón ya ha instalado este tipo de alumbrado en zonas sensibles, como la senda del Cervigón y el parque de la avenida de El Llano, aunque está interesado en colocarlas en más lugares, para lo que convocará los correspondientes concursos.
Dificultades al coche
El futuro de Gijón pasa por el modelo de ciudad que se pretenda conseguir y Martínez Argüelles indicó que en Gijón «trabajamos para potenciar el transporte público, la bicicleta y caminar. Los coches tienen que estar aparcados en subterráneos, para ganar la calle para los ciudadanos». Y es que el edil asegura que los turismos generan «problemas sociales», como son las emisiones de CO2 o el espacio que ocupan en las calles. Ante ello, aseguró que «tenemos que ir poniendo más dificultades al uso del automóvil y potenciar el transporte colectivo. Por ejemplo, en Gijón tenemos 20 kilómetros de carril-bici y también queremos que la gente se desplace a pie por el centro de la ciudad».
En este plan entra la descentralización de los servicios, acometida en los últimos años, con el fin de que los ciudadanos no se tengan que desplazar al centro para realizar trámites administrativos. De todas formas, Martínez Argüelles aseguró que «no vamos a llegar a cobrar un peaje para circular por el centro de la ciudad, como ocurre en Londres, pero sí queremos desarrollar más aparcamientos subterrános para que no haya coches en las calles, ya que éstas tienen que ser para los ciudadanos».
Vivienda y paro
Pero el propio concejal reconoció que no se parte de una situación halagüeña, máxime teniendo en cuenta la actual situación económica. Por ello, el Ayuntamiento de Gijón centra sus esfuerzos en solucionar las necesidades de los ciudadanos y, como ejemplo, ofreció las previsiones de la Empresa Municipal de la Vivienda para este ejercicio. Si en 2007 se ofrecieron 1.909 ayudas, en 2009 se llegará a casi 3.500, pues se esperan 2.500 a la ayuda al alquiler, 400 para la formalización de contratos, otras 400 para el pago de la vivienda y unas 150 a jóvenes para viviendas a compartir.
Y es que el empleo se está resintiendo. Se espera que a final de año los gijoneses empleados no superen la barrera de los 100.000, cuando en 2007 se llegaba a 103.222. El paro aumenta y a Martínez Argüelles le preocupa especialmente el hecho de que «el desempleo afecta especialmente a las mujeres mayores de 45 años, que casi duplica al de los varones. Entre los 25 y 44 años, las mujeres en paro son un 20% más que los varones. Eso lo tenemos que tener muy en cuenta en nuestras estrategias de empleo».
El Ayuntamiento, según el concejal, ha asumido «muchas competencias impropias», es decir, que no le asigna la ley, pero que las hace suyas. Martínez Argüelles resalta que «no es bueno ni malo, simplemente se trata de atender las demandas de los ciudadanos. Es absurdo discutir a quién le toca actuar». Esas actuaciones se llevan más del 25% de los 314 millones de euros del presupuesto municipal. Aquí también entra en juego la Fundación Municipal de Servicios Sociales, que dispone de 13,5 millones para hacer su trabajo.