«No habría que hacer grandes reformas legales para subir desde los 16 a los 18 años la edad legal para beber»
El fiscal Antidroga del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), José Perals, considera «primordial» modificar la ley de consumo de alcohol para incrementar la edad mínima de consumo de los 16 a los 18 años. Esta tarde, a las 19 horas. dará una charla sobre 'Alcohol, menores y botellón' en la Asociación de Familiares y Enfermos Alcohólicos Rehabilitados 'La Santina' (Asfear), en Gijón, en la que profundizará en el análisis de este problema.
-Asturias es la única comunidad autónoma que fija el consumo legal de alcohol en los 16 años.
-Sí, es la única. Hasta ahora estaba también Galicia, pero ya ha anunciado que lo va a modificar. Allí se permite a los menores de 18 años, pero siempre que consuman bebidas de hasta 18 grados. Por encima de esa graduación también está prohibido. Sin embargo, en Asturias un menor de edad de 16 ó 17 años puede consumir cualquier tipo de bebida.
-Entonces estamos a la cola.
-Sí. No es una cuestión política, ideológica o de posicionamiento. Desde los años 90, las 17 comunidades autónomas han ido aprobando leyes sobre la materia y todas, independientemente del color político, han establecido en 18 años la edad límite.
-¿Y por qué no se ha hecho nada aquí todavía?
-En Asturias se intentó modificar en 2005, pero como entonces se tramitaba la ley del vino a nivel nacional -que luego no se aprobó-, se puso de excusa que no sería necesario modificar la Ley en el Principado. Seguimos con la legislación de 1991 y se ha quedado obsoleta.
-¿La Ley avanza por detrás de la sociedad?
-En este caso, considera a los menores de edad penal, que de aquella eran los 16 años. Sin embargo, desde el año 2000, existe una Ley del Menor que fija esa edad en los 18. Ese es el problema, que se ha quedado anticuado.
-¿Sería difícil modificar la legislación?
-No habría que hacer grandes reformas legales ni aprobar leyes complejas. Urge cambiarla y sería únicamente modificar dónde pone 16 en 18 años. En el resto del país ya lo han hecho y no ha supuesto ningún esfuerzo.
-Usted es el fiscal Antidroga, sin embargo, el alcohol es una sustancia legal.
-El alcohol es un problema de salud pública. Mi fiscalía se encarga no sólo de la lucha contra la droga, si no también de la prevención. Y el alcohol es también una droga, legal, pero una droga.
-¿Hay más problemática ahora con el alcohol o es que se escucha hablar más sobre el tema como, por ejemplo, con el caso de Pozuelo?
-Es innegable que en los últimos años se ha incrementado el problema con el aumento del consumo de alcohol entre jóvenes. Sin embargo, los disturbios ocurridos en Pozuelo son algo puntual, un problema de orden público que ya había ocurrido con anterioridad, como en Cáceres en la década de los 90 cuando quisieron cerrar los bares a una determinada hora.
-¿Han cambiado los hábitos?
-El consumo de alcohol, según las últimas encuestas del Plan Nacional de Drogas, no ha cambiado en cuanto que la edad de inicio se mantiene como siempre, incluso ha descendido, pero sí ha detectado un consumo de forma mucho más compulsiva. Se ha duplicado la cifra de los menores que se han emborrachado en el último mes. Antes los índices eran de un 28% y ahora se sitúa en torno al 50%. Es un consumo abusivo.
-¿Cuál es la edad de inicio?
-La media nacional se sitúa en torno a los trece años.
-¿Coincide con la edad de inicio del consumo de drogas?
-A esos años se comienza con el alcohol y el cannabis. Con la cocaína sobre los 15 ó 16 años. La primera sustancia que se consume es el alcohol, por eso es importante también reducir la edad mínima de consumo, porque de esa manera se impide de cierta manera el paso a otro tipo de sustancias.
-¿Se cumple la vigilancia de venta de alcohol en bares?
-La Policía sí que efectúa el controles en establecimientos.
-¿Hay especial problema en la región con los botellones?
-En determinas localidades ha habido inconvenientes, como es el caso de Ribadesella, que se ha dotado de una ordenanza municipal para solucionarlo. También Castrillón, Oviedo, Gijón... El problema es más de control en puntos de venta que legislativo y también de fomentar la prevención y educación.
-¿Las familias delegan la obligación de control de consumo de sus hijos a las fuerzas de seguridad?
-Depende de cada padre, pero tienen que ser conscientes del consumo de alcohol de sus hijos.
-Sube el alcohol en menores, ¿y la droga?
-La última encuesta de la población escolar constata que el descenso del consumo de las drogas ilegales, como el cannabis y la cocaína. Son cifras positivas, empañadas por el incremento del consumo abusivo de alcohol. Es ahí donde hay que actuar pronto.
-¿A qué se debe el descenso de consumo de drogas?
-Influye un control de los centros escolares, un plan a nivel nacional que se aplica en Asturias.