Colectivos vecinales y concejos censuran el vacío legal frente a los macrobotellones

Imagen de uno de los videos colgados en Youtube
Ribadesella abre camino con una ordenanza contra el consumo callejero para evitar altercados como el que se desató en Pozuelo (Madrid)

R. DÍAZ (Ribadesella) / R. GARCÍA (Gijón) / T. CEMBRANOS (Avilés) / J. A. ARDURA (Oviedo)
Los ayuntamientos asturianos se han puesto como objetivo erradicar los botellones masivos de sus calles. Las ordenanzas municipales y una vigilancia policial en las zonas de riesgo son sus principales medidas para atajar el consumo de alcohol en la calle y evitar incidentes como los registrados el pasado fin de semana en Pozuelo de Alarcón (Madrid), una batalla campal entre la Policía y jóvenes que terminó con veinte detenidos, siete de ellos menores.

Pero los problemas no vienen sólo de los botellones masivos y espontáneos. Los municipios y los colectivos vecinales censuran el vacío legal existente para evitar los botellones en las fiestas, zonas de un gran riesgo potencial, como quedó de manifiesto en la localidad madrileña.

l Ribadesella es en el ejemplo a seguir. Aprobó este mismo verano una ordenanza para prohibir los botellones, que eran masivos en la zona del parque infantil de L'Atalaya. Hasta más de seiscientos jóvenes, llegados de distintos concejos, se daban cita para beber y escuchar música a todo volumen, sobre todo en los períodos vacacionales.

Las quejas de los vecinos llevaron al alcalde, el socialista Ramón Canal, a consensuar con IU y PP una ordenanza que persigue la venta de alcohol a menores y que no haya alteraciones del orden público ni destrozos en el mobiliario urbano. La medida, en sus dos primeros meses de vigencia, ha supuesto un éxito. Policía Local y Guardia Civil se coordinan para velar por el cumplimiento de las nuevas normas. Los «macrobotellones» han desaparecido en Ribadesella.

l Oviedo también ultima una ordenanza con idénticos objetivos, según confirmó la concejala de Seguridad Ciudadana, Conchita García. «Se trata de un conjunto de medidas que fomentan la convivencia de vecinos y jóvenes», indicó la edil. En Oviedo se prohibirá el consumo de alcohol en la calle, las pintadas y grafitis y los destrozos de mobiliario urbano. Pero antes de que llegue la ordenanza, la Policía Local ha reforzado, desde hace meses, la vigilancia en zonas de botellones masivos, como Llamaquique, la plaza del Paraguas, el Campo de San Francisco y la calle la Lila. En buena parte gracias a la presión ejercida por los vecinos, que denunciaron el lamentable estado en que quedaban esas zonas cada fin de semana, antes de que pasaran los servicios de limpieza. La prohibición policial no generó rechazo, como sí ha ocurrido en Pozuelo. «Los jóvenes han respondido muy bien. Han tenido un comportamiento muy positivo», valoró la concejala de Seguridad Ciudadana. Conchita García, sin embargo, echó en falta la implicación de otras administraciones. A su juicio, los ayuntamientos están muy solos en la batalla contra el botellón. «Existe un vacío legal que no ayuda a los ayuntamientos», sostiene la edil, una postura que comparte el dirigente vecinal ovetense Ramón del Fresno, del barrio del Cristo. «El Principado debe tomar medidas sobre el consumo y venta de alcohol a menores, como ha pedido el fiscal antidroga de Asturias», señaló Cochita García. El fiscal Perals pidió en junio que Asturias prohíba la venta de alcohol a menores, dado que el Principado es la única autonomía que permite comprar ese tipo de bebidas a partir de los 16 años. El Grupo parlamentario Socialista prometió tratar este asunto en la Junta este curso político.

 

l Gijón. El Ayuntamiento de Gijón asegura que tiene «tolerancia cero» con la venta de alcohol a menores. Los cuerpos de seguridad también montan dispositivos especiales cada fin de semana en Gijón para atajar el botellón y el consumo de alcohol entre menores. Cada fin de semana del verano la Policía Local gijonesa identifica a una media de 70 y 80 menores que toman alcohol en la calle. Si hay un día por excelencia para beber en la calle es el de Begoña. La noche de los fuegos artificiales deja en la playa de San Lorenzo decenas de bolsas, botellas vacías y residuos. Otros escenarios en los que el consumo de alcohol al aire libre es protagonista son el parque de Isabel la Católica y el cerro de Santa Catalina. El botellón ha generado tal preocupación en Gijón que en 2004 la asociación de vecinos del barrio de La Arena, uno de los más afectados por la movida juvenil, vio nacer el movimiento ciudadano «A pie de calle». Su actual presidente, Roberto Quiroga, admite que «el problema ha mejorado, pero sigue estando ahí».

l En Avilés, el parque de Cabruñana ha sido durante meses el foco principal de los botellones. Los vecinos reiteraron en numerosas ocasiones sus quejas por los ruidos durante la noche y la acumulación de basura al día siguiente. Las críticas dieron pie a que numerosos jóvenes trasladasen su lugar para beber a la plaza Hermanos Orbón.

l También Castrillón ha sufrido los problemas de esta práctica. En los bajos de los edificios de Los Gauzones, en Salinas, los jueves se convierten en un hervidero de adolescentes. También allí los vecinos han expresado su malestar y reclamaron directamente al Ayuntamiento que limpiara la zona, de propiedad privada aunque de uso público.

l En Luanco las quejas se repiten cada año. Los jóvenes se reúnen en los alrededores de la iglesia de la capital gozoniega y del polideportivo. Ante esta situación, la Delegación del Gobierno anunció que Gozón contaría con una normativa especial para regular los botellones. Sin embargo, un año después no hay aún ordenanza.