11/09/2009 C. GARCIA
Asturias tiene un mapa de riesgo con los puntos negros de la violencia juvenil. Los agentes de las brigadas de Información y Seguridad Ciudadana son los encargados de detectar estas zonas, una tarea que llevan realizando, explican desde la Jefatura Superior de Policía de Asturias, desde el año 2004. Además, en este plan de choque para frenar cualquier tipo de avance de la delincuencia por parte de bandas juveniles, está implicada la Guardia Civil. Ahora, el Ministerio del Interior, planea dar un paso más y acaba de ordenar a la policía y guardia civil que reimpulsen la vigilancia y el control de estas bandas. Y, entre otras medidas, pide un registro de las páginas web .
Tras las últimas detenciones llevadas a cabo en Gijón --en abril de este año-- la policía no ha detectado, de momento, "grupos organizados de bandas juveniles". Hasta ahora el mapa de riesgo sólo señalaba puntos en Gijón y en Oviedo ya que en el resto de Asturias no tiene constancia de ese tipo de organizaciones. Y, mientras en Gijón las bandas se concentran en los parques, lugares de ocio --como canchas de baloncesto o fútbol-- cercanos a colegios, en Oviedo no se ha concentrado.
Pero, cuál es la razón por la que acaban en estas bandas organizadas? Según explican desde Jefatura, la percepción de ser rechazados por ser "latinos" hace que se unan a otros jóvenes de la misma nacionalidad buscando sensación de pertenencia e integración. Las bandas estas integradas generalmente por residentes extranjeros de segunda generación. Tienen una estructura rígida y piramidal. El líder es fácilmente identificable, él imponen la disciplina y la obediencia en el grupo, lo que hace que se acreciente el sentimiento de hermandad. Y si quieren ingresar en el grupo deben de realizar un juramento de fidelidad de por vida.