Desde ayer y hasta el próximo 31 de diciembre, los constructores de vivienda libre podrán convertir sus inmuebles en protegidos, siempre que reúnan los requisitos marcados por la Consejería de Bienestar Social y que comienzan por la fecha de licencia: debe ser anterior al 1 de septiembre de 2008.
Así figura en la resolución publicada en el Boletín Oficial del Principado (BOPA), en la que se explica que se trata de una medida «de carácter coyuntural», nacida para «hacer frente a la particular situación del ciclo inmobiliario».
Es decir, para hacer frente a la crisis, que no sólo ha afectado a las nuevas construcciones, sino que ha paralizado, en la práctica, la venta de las ya construidas, el Principado pone en marcha esta iniciativa, incluida en el Plan estatal de Vivienda y Rehabilitación 2009-2012.
Por ella, las obras, que pueden ser destinadas a la venta o al alquiler, podrán cambiar su calificación de libre por vivienda de precio concertado, de promoción autonómica o del régimen especial. En todo caso, el cambio sólo afectará a la vivienda, así como al garaje y trastero, nunca a otros complementos,
Pendiente el stock
Esta medida se une a la ya puesta en marcha por la Consejería de Bienestar Social y Vivienda, consistente en convocar un concurso de compra de los pisos nuevos que los constructores no lograban vender. Ese concurso de stocks, que se llevó a cabo en abril, se cerró con la presentación de once empresas que ofrecieron 146 pisos. Por el momento, la Dirección General de Vivienda sigue analizando todas las ofertas y aún no se ha producido ninguna compra.