Los pasos de la bailarina mutante

La bailarina Mutante, protagoniza los videos y las fotografías del proyecto ´Y entre sus pies y la tierra se abre un abismo´
A menudo, en las propuestas artísticas contemporáneas, el malabarismo dialéctico del discurso conceptual procede del choque entre la rebelión y la necesidad de reconocimiento. No es fácil hallar artistas 'socialmente responsables' que planteen reflexiones claras y concisas a partir de una acción. Argumentos éticos o estéticos que, más allá de las cuestiones interdisciplinarias, permitan una expresión sincera.
Esa es la vía que tratan de seguir los Fiumfoto, mostrando estos días en Gijón su último proyecto ('Y entre sus pies y la tierra se abre un abismo') y hablando, en clave visual, del desarraigo y las difíciles armonías entre arte, sociedad y naturaleza. Bajo ese discurso brindan un espiritu capaz, que mantiene la mirada abierta, rechaza antifaces y proporcionando intensos efectismos.
A través de la fotografía y el vídeo, Fiumfoto desarrolla metáforas con su 'bailarina mutante', una mujer en danza permanente, fantasiosa pero infeliz en su frustante vuelo vital. Las imágenes, que se exhiben en El Hervidero (Gijón), son alegorías sobre las contradicciones de la sociedad y la dificultad para alcanzar el equilibrio a pesar de los avances científicos, tecnológicos o económicos. Así, Fiumfoto denuncia la desconexión con lo cotidiano. Los trabajos se desarrollaron hace unos meses en el Centro de Arte Ladines, que Cuco Suárez dirige en el corazón del Parque Natural de Redes.
Posición crítica
La exposición aporta también el proyecto 'Bonus Track', con una recopilación de trabajos inéditos, series inconclusas y versiones de trabajos que se fueron quedando por el camino.
No es la primera vez que Fiumfoto plantea estas temáticas. Suelen hacerlo, incluso, cuando coordinan proyectos curatoriales como 'Arenas Movedizas', donde la sociedad y algunos problemas de los jóvenes (identidad, consumismo...) son verdades de fondo para cada intervención artística. Para ello cuentan con creadores que trabajan con una posición teórica muy crítica respecto al sistema, cambiando impresiones de manera constante. El contacto con asociaciones y activos sociales es, pues, otroplanteamiento iniciático de Fiumfoto, que deriva también hacia sus obras.
La primera creación de Fiumfoto se expuso en la sala del Consejo de la Juventud de Gijón y posteriormente en un 'Proyect Rooms' de Arco 2000, con la galería Vértice. Otros trabajos fueron 'Ego tv', donde varias televisiones sincronizadas hablaban en primera persona con el espectador, y 'Homoacuaticus', que presentaron en la playa de El Arbeyal. Algunos de esos 'seres', que se debaten entre lo humano y lo tecnológico, se presentan también en esta exposición. Fiumfoto brilló en encuentros como 'Situaciones', de Cuenca, o 'La casa de cactus', de Mallorca. En 2003 ganaron el Premio Astragal con 'Cabina de transformación', que se presentó en Gijón y Bilbao. Su participación periódica en diversos festivales de visuales y música electrónica, y su codirección, en el Teatro de la Laboral, del LEV Festival, orientado hacia esas metas, denota la misma solidez y claridad de ideas.
Bajo esas premisas, Cristina de Silva y Nacho de la Vega declaran referencias claras, como la cultura 'punk' de los años ochenta, las esculturas con televisores de Nam Yung Paik, los videos de William Burroughs, el collage, el pop, la cartelería rusa, el cine de autores como Lynch y Cronemberg, la música electrónica, el falso documental y, en general, todo lo que contenga ruido o interferencias.
En uno de los proyectos donde colaboraron recientemente (dentro del programa 'Cultura*AT' que presentó en 2005 el Centro de Cultura Antiguo Instituto) Cristina y Nacho involucraban a artistas procedentes de la danza contemporánea para generar imágenes, diurnas y nocturnas, y sonidos ambientales que partían del concepto de sinergia. Hoy, su 'Bailarina mutante' nos habla también de danzas, teatralidades, fuerzas colectivas y problemas mundanos. Habla, en fin, de compromisos visuales con el espectador. Y lo hacen con eficacia y coherencia, que no es poco.