La organización que lidera «Floro» constata aún «niveles muy altos» de consumo de drogas en Asturias
R. GARCÍA
La dificultad para adquirir estupefacientes y la concienciación social han hecho que durante 2008 bajara el consumo de hachís y alcohol y se estabilizara el de cocaína por primera vez en varios años. El presidente de Proyecto Hombre en Asturias, Luis Manuel Flórez «Floro», aseguró ayer en la presentación de la memoria del pasado año de la institución que a estos buenos datos ha ayudado «la percepción del riesgo de las drogas que tienen los ciudadanos». La estadística es alentadora para Floro y confirma una buena evolución. «Otra cosa es», añadió, «que aún tengamos niveles muy altos de consumo».
Durante 2008 Proyecto Hombre atendió a 1.075 personas, la mayor parte de ellas adictas a la cocaína. En esos meses llegaron al centro 269 personas con problemas relacionados con esta sustancia, 27 de ellos fueron «empujados» por sus allegados. Este estupefaciente es la causa de los males del 33,4 por ciento de los atendidos en Proyecto Hombre y va seguido muy de cerca por el hachís y la heroína, una sustancia que ha pasado del primer al tercer lugar con el paso de los años. El hachís, por su parte, es la droga con la edad media más baja, la más consumida entre los jóvenes pero tan solo representa al 11,2 por ciento de los atendidos por Proyecto Hombre.
Los más jóvenes se inician en la droga entre los 13 y los 14 años. Para Floro, esta es «una buena noticia si tenemos en cuenta que la edad ha subido un poco en temas relacionados en el alcohol y el hachís». En este sentido la familia juega para ellos un papel más que importante. Los jóvenes se drogan por «pasarlo bien, estar en la movida y por ver a los amigos que empezaron a drogarse». Un 38% de los menores llegan a Proyecto Hombre derivados desde los tribunales.
Pero los mayores tampoco se libran, el consumo de alcohol aumenta cuando el adicto tiene más de 40 años. Normalmente las personas que tienen este problema se ponen en contacto con la institución después de haberlo sufrido sin compañía durante más de ocho años.
En el capítulo reservado a la distribución por concejos la situación no ha cambiado mucho, los principales consumidores se sitúan en las grandes ciudades asturianas. El 23,7 por ciento de los adictos a la heroína viven en Oviedo mientras que Gijón cuenta con el 33,8 por ciento de los consumidores de cocaína y el 42 por ciento de los que optan por el hachís.
Respecto al sexo, los hombres siguen siendo los que más acuden al Proyecto Hombre, la diferencia se nota sobre todo en la cocaína, donde las mujeres representan un 16,4 por ciento respecto a los hombres que superan el 83 por ciento. La diferencia se nota menos en el hachís con un 28,9% de mujeres y un 71,1 % de varones.
Luis Manuel Flórez insiste en que «la crisis económica que estamos pasando no debe de dar al traste con las políticas encaminadas a la erradicación de las drogas». Los que sufren adiciones y luego se recuperan llevan a cabo una nueva vida y resultan «útiles para generar recursos económicos» en la sociedad.