«En Gijón hay tolerancia cero hacia la violencia de bandas y pandillas juveniles»

FRANCISCO LÓPEZ CANEDO  Comisario jefe de Gijón del Cuerpo Nacional de Policía
«La Comisaría tiene que ser el referente de la seguridad en la ciudad, hay que trabajar la cooperación»

A Francisco López Canedo le quedan apenas unos días para cumplir su tercer año al frente de la Comisaría de Gijón del Cuerpo Nacional de Policía. En esta entrevista el Comisario valora «positivamente» este tiempo que ha pasado como responsable de la seguridad. Sus superiores están de acuerdo. Hace pocos días el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, visitó la ciudad y lo felicitó por su trabajo al frente de la Policía gijonesa.

-¿La valoración de estos tres años al frente del Cuerpo Nacional es positiva?

-Por supuesto. He encontrado una ciudad que me ha acogido muy bien y en la que estoy plenamente integrado. Acerté al aceptar el destino. En la Comisaría hay una buena plantilla y he podido desarrollar las ideas y los proyectos que siempre he querido llevar a cabo desde que ingresé en la Policía.

-¿Son suficientes tres años?

-Para un mando policial tres años son un período interesante en el que ya se ve por dónde va el trabajo del comisario. Se puede decir que es el ecuador de la dirección de un mando policial.

-¿Cuáles son los elementos que ha cambiado?

-Estoy muy comprometido con mi trabajo y asumo las labores diarias con responsabilidad plena. Pretendo estar pendiente del día a día de la Comisaría y corregir los errores que vayan surgiendo. No he realizado cambios enormes ya que al llegar encontré una muy buena Comisaría, pero hay cosas que hay que cambiar. Algunas de ellas están sobre la mesa como, por ejemplo, la cooperación con la Guardia Civil, Policía Local y ciudadanía. La Comisaría tiene que ser el referente de la seguridad ciudadana en Gijón.

-¿Qué cambios ha habido en la ciudad?

-Conocí Gijón en 1973 y el cambio que ha experimentado la ciudad en estos años ha sido enorme. Vivimos en una población con enormes posibilidades. En los tres años que llevo como comisario he percibido cambios importantes. La conflictividad social, por ejemplo, ha disminuido mucho, aunque haya habido episodisos recientes que puedan hacer pensar lo contrario. Además, y por fortuna, hemos dejado de lado la violencia terrorista.

-Uno de los proyectos fue la seguridad compartida...

-Eso no es mérito de este comisario sino del jefe superior de Policía -Baldomero Araujo-, que puso en marcha esa idea, acogida pronto por todas las comisarías locales. El futuro de la seguridad pasa por ahí. Si queremos que la ciudadanía perciba tranquilidad, hace falta mucho diálogo con todas las redes sociales. El programa de seguridad compartida, basado en las reuniones y el diálogo, ha dado buenos resultados.

-Usted habló en algunas de sus conferencias de elementos de intermediación. ¿Cuáles son?

-Los elementos de intermediación que llevan a cabo algunas organizaciones estatales y regionales se tienen que desarrollar en un futuro no muy lejano porque evitan a los ciudadanos tragos muy duros en las comisarías y en los juzgados. Solucionan pequeñas riñas que no tienen por qué acarrear trámite judicial. Todos tenemos que trabajar esta nueva figura incluso instalando oficinas de mediación en las comisarías, para que el ciudadano tenga un servicio integral en las dependencias policiales. Si el juez tiene que resolver, siempre hay una parte que queda por debajo; pero la mediación permite que las soluciones sean compartidas y voluntarias. En campos como el de la ley Integral de la Violencia de Género no se puede aplicar mediación pero hay que estudiar cauces para nuevas soluciones. En esta ciudad hay muchos problemas de daños y de riñas entre vecinos que se podrían solucionar con mediación.

-¿Cuál es el futuro de la Comisaría de El Coto?

-Las instalaciones de El Coto nacieron para dar satisfacción a un barrio de 70.000 habitantes y para hacer más eficaces y próximos los servicios policiales. Se instaló de manera experimental, pero después de cinco años se ha visto que el barrio está encantado y que el servicio funciona. Lo lógico sería incrementar sus servicios. Hay que considerarla una Comisaría de distrito de facto porque en la práctica ya lo es. Con el cambio se podría incluso abrir durante las noches.

-¿Se ha notado la crisis en el aumento de la delincuencia?

-No hemos notado una relación causa-efecto entre la crisis y los hurtos. Sí que es cierto que he visto, en un análisis superficial, que la crisis ha afectado a las relaciones familiares porque, por ejemplo, han aumentado las denuncias por impago de prestaciones económicas. Pero la delincuencia, en Gijón, podría decirse que es «ordinaria», común. Los delincuentes de aquí hacen sustracciones en zonas de fiestas y en los comercios. Pequeños hurtos a los que se añade otro tipo de delincuencia: la de aquellos que nos visitan, dan un palo y se van. Éstos son personas con preparación y formación pero que no residen en la ciudad.

-En Gijón han aparecido las primeras bandas organizadas con «Los Ñetas».

-En 2007 hubo una pelea en una discoteca y comenzamos los trabajos en este campo. Unas labores que no hemos dejado pasar nunca. Cualquier dato reactiva la investigación. En 2007 no había bandas implantadas ni estructuradas en la ciudad. La investigación se reanudó posteriormente gracias a denuncias que incluso llegaban de las familias de los imputados. En ese momento los expertos nos dijeron que había que pararles los pies y así lo hicimos transmitiendo después la información a jueces y fiscales.

-¿Podrían reaparecer?

-Es posible, pero ahora tenemos más elementos para controlarlas. Se han tomado medidas cautelares con respecto a los mayores de edad que fueron detenidos y la fiscalía sigue su trabajo con los menores. Los policías seguimos pendientes de ellos, y que nadie dude de que seguiremos adelante con todas las consecuencias. Pero no se deben confundir bandas y pandillas. La diferencia es sustancial: «Los Ñetas» son una organización internacional con toda una trayectoria de actividad delicitvas, y eso no es equiparable a otra serie de chicos que se juntan en un parque. «Los Verjas», por ejemplo, están controlados. Cada vez que uno comete un delito, la respuesta es inmediata y contundente. Hay tolerancia cero con respecto a ese tipo de problemática. Intentamos ajustar al máximo las herramientas y los mecanismos legales. Queremos que sepan que estamos ahí y que su violencia no es algo gratuito ni impune.

Pasa a la página siguiente

Francisco López Canedo

- Es comisario jefe de la Comisaría de Gijón. Nació en Hervedero (provincia de León) en 1955.

- Ingresó en el Cuerpo General de Policía en 1976.

- La mayor parte de su carrera profesional la desarrolló en Valencia desempeñando puestos de dirección y mando en las brigadas que componen la Policía judicial.

- En 2004 ascendió a comisario, y dirigió la Comisaría de Torrente, en Valencia.

- Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y posee varias medallas al Mérito Policial así como diversas felicitaciones públicas.

-¿Qué talento desearía tener?

-Todo lo que se derive de las artes, proque tengo poca sensibilidad hacia esos temas.

-¿Cuándo y dónde ha sido más feliz?

-En el momento del nacimiento de mis hijos.

-¿Qué reforma de la sociedad considera más urgente?

-Acabar con la desigualdad social.

-¿Mar o montaña?

-No podría elegir porque me encantan el esquí y el montañismo; pero aquí, en Gijón, disfruto mucho del mar.

-¿Un lugar de Gijón para perderse?

-Cualquier prao de la zona rural y de todo Gijón porque me encanta.

-¿Aficiones?

-Me encantan los deportes y practico varios.