Los responsables del certamen admiten que su instalación en el Arbeyal implicará serios problemas de aparcamiento
Víctor Manuel y Ana Belén se suman al homenaje a Taibo I
«Nos va a salir de película. Podremos decir a nuestros nietos: 'Yo estuve en la XXII Semana Negra'». Lo promete Paco Ignacio Taibo, siempre y cuando el público fan de este festival multicultural haga caso a las indicaciones y este año «vaya andando» porque los problemas de aparcamiento, a juzgar por lo señalado ayer por su director y 'alma mater', serán tremendos. La singularidad urbanística de la zona en la que se instala este año la Semana Negra, en la playa del Arbeyal y sus inmediaciones, justo delante de la sede de la Empresa Municipal de Aguas, hacen difícil habilitar espacios para el estacionamiento de vehículos.
Por eso ayer, en el acto de presentación del festival, acompañado por el concejal de Festejos, José Manuel Sariego y por el viceconsejero de Cultura, Jorge Fernández León, habló muy en serio cuando dijo: «Hay que concienciar de que este es el año de venir a la Semana caminando». O, cabe otra posibilidad, en autobús, dado que los servicios del transporte público se reforzarán entre el 10 y 19 de julio para facilitar el acceso.
Con todo, esa es la única cara negativa de la XXII Semana Negra para su director. El resto, «saldrá rodado», garantiza Paco Ignacio Taibo, fiel a su euforia y siempre entusiasta ante el arranque de una nueva edición de su criatura. «Hemos hecho un festival como nos gustaba y que quedó muy bien para mayor gloria de Gijón».
De momento, las personas que se aproximen al Arbeyal verán ya la carcasa de lo que será el nuevo montaje para el que ya han confirmado su asistencia 123 escritores, entre ellos Monteverde, Félix J. Palma, Tariq Ali, Laura Restrepo y José Antonio Cotrina entre otros. Aunque sin duda una de las jornadas fuertes será el 14 de julio con la anunciada lectura de textos de Paco Ignacio Taibo I, fallecido en México el pasado noviembre, a cargo de Joan Manuel Serrat y a la que ahora se suman Víctor Manuel y Ana Belén.
Con el compromiso, por parte del Principado y el Ayuntamiento, de que la Semana perdurará en el tiempo como patrimonio de los asturianos y «fenómeno de difícil descripción», pero éxito total, se cerró la presentación.