El cannabis es la droga ilegal más consumida. Si bien sus riesgos no son tan altos como los de la cocaína o el éxtasis, no estamos ante una sustancia inocua ni beneficiosa.
NACHO CARRETERO
Que el cannabis (marihuana y hachís) no tiene un riesgo para la salud tan elevado como pueden conllevar la cocaína o el éxtasis, es una evidencia. Negarlo o equiparar la peligrosidad de todas las drogas es, a juicio de los expertos de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), una irresponsabilidad a la hora de prevenir, ya que hace perder credibilidad. A partir de esto es
muy importante señalar que los porros son una droga y, como tal, su consumo conlleva riesgos. El cannabis crea dependencia y tolerancia, por lo que cada vez necesitamos más cantidad para lograr el efecto deseado con el consecuente perjuicio para la salud. Especialmente peligroso resulta el consumo entre los adolescentes, porque también puede ser el primer paso para perder el miedo a las drogas. La edad de comienzo en España son los 14 años y en el último año 4,7 millones de personas lo han
consumido en nuestro país. Su uso frecuente -último mes- se eleva a 3,3 millones de personas y se calcula que hay unos 736.000 adictos a la sustancia.