Los jóvenes asturianos salen cada vez menos por la noche y se recogen más pronto. Así, al menos, lo indica el último informe del Observatorio sobre Drogas para Asturias. La investigación concluye que la reducción del número de salidas nocturnas puede guardar relación con la caída o estabilización de los consumos. Nacho Donate, responsable del observatorio, subraya que no es el único factor, pero hace hincapié en que tiempo libre nocturno y consumo de drogas pueden estar relacionados.
Cerca de uno de cada cinco jóvenes asturianos de entre 14 y 18 años sale a divertirse por la noche más de una vez por semana. Un 17,6%, por su parte, declara no salir ninguna noche. Los chicos se van de marcha con más frecuencia que las chicas. La hora de regreso a casa después de salir se ha reducido algo y se sitúa en Asturias en las 2 de la madrugada para los varones y en la 1 para las mujeres. A medida que aumenta la edad, lógicamente, la hora de recogida es más tardía. A los 18 años, la media se sitúa a las 4 de la mañana. Otro dato destacado, según el observatorio, es que se ha producido una reducción en el número de salidas nocturnas lo que hace que disminuya la exposición al riesgo y, por lo tanto, podría explicar en alguna media la disminución de los consumos.
Con todo, los jóvenes asturianos reconocen que adquirir drogas sigue siendo extremadamente fácil en la comunidad autónoma. Las sustancias que, a juicio de los adolescentes, son más accesibles son obviamente las legales, seguidas del cannabis. Más de nueve de cada diez asturianos de entre 14 y 18 años manifiestan que es fácil o muy fácil comprar tabaco y alcohol y siete de cada diez opinan lo mismo con respecto al cannabis. Más de dos tercios de este grupo contestan de igual manera con relación a los tranquilizantes. Mucho menos accesibles parecen el resto de las sustancias para las que un porcentaje menor, de entre el 30% y el 40%, refieren que son fáciles de comprar. Por lo que respecta a la percepción del riesgo, los jóvenes, que dicen disponer de buena información, son hoy más conscientes de la peligrosidad de algunas sustancias.