Condenados por agresión cinco menores del primer grupo asturiano de «Latin Kings»

Los encausados harán trabajo social por golpear a dos chicas que querían dejar la banda l Detenidos 31 pandilleros este año.

Oviedo, L. Á. VEGA / Agencias
Los «Latin Kings», la banda más peligrosa del universo pandillero y la que más quebraderos de cabeza viene dando a la Policía, intenta organizarse en Asturias, pero la Policía y la fiscalía, en este caso la de Menores, le han dado un duro golpe. Cinco menores miembros de este grupo, que ha protagonizado alguno de los incidentes más sangrientos de los últimos años en España, han sido condenados a 60 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad después de que golpeasen a dos muchachas que intentaban abandonar la banda. Los «Latin Kings» o, lo que es lo mismo, la «Todopoderosa Nación de los Reyes y Reinas Latinos», se suman de esta forma a las dos bandas que operaban hasta ahora en asturias, los «Ñetas», radicados en Gijón, y los «Latinos de Fuego», que tienen su territorio en Oviedo.

Los condenados son tres chicas y dos chicos menores de edad que tomaron represalias contra otras dos adolescentes a las que acusaban de saltarse las normas internas del grupo. Su pecado: intentar abandonar una banda de que la sólo se sale con los pies por delante. El fallo condena a los chicos por lesiones y amenazas, pero también por asociación ilícita, esto es, por pertenecer a un grupo constituido para delinquir. Se trata de la primera condena de este tipo que se dicta en Oviedo. En Gijón, donde se viene actuando duramente contra los «Ñetas», ya se ha dictado alguna resolución en el mismo sentido.

Los hechos por los que han sido condenados estos menores se produjeron el 23 de mayo del año pasado, cuando este grupo de jóvenes, integrantes de un grupúsculo vinculado al movimiento de los «Latin Kings» y liderado por una persona mayor de edad, obligó a dos chicas también menores de edad a acompañarlos hasta la zona del campo de fútbol del Real Oviedo.

Fue allí donde el líder del grupo lanzó su grito de guerra: «Amor de reyes», tras lo que las tres chicas condenadas golpearon a las menores mientras los dos chicos presenciaban la escena sin hacer nada.

De esta forma se las castigaba por haber infringido el código interno del grupo ya que una de ellas había intentado abandonar la banda y la otra se había relacionado con otros jóvenes que eran percibidos por ellos como «enemigos». Como consecuencia de esta agresión una de las jóvenes sufrió una serie de lesiones por las que precisó asistencia facultativa.

La peligrosidad de los «Latin Kings», una banda muy violenta y de organización cuasi militar, queda reflejada en las actividades que realizaba el grupo. Entre ellas se incluían el entrenamiento físico y las artes de defensa personal al objeto de enfrentarse con posibles bandas rivales. En la sentencia queda acreditado que este grupo poseía un código de normas entre las que se incluía la obligación de asistencia a las reuniones, obediencia ciega al líder en lo que decretase y secreto en los temas tratados.

Cuando el líder consideraba que alguno de sus miembros había vulnerado este código, o insinuado su deseo de abandonar la banda, era permitido el castigo físico, las amenazas o las coacciones, señalan fuentes policiales. A raíz de la intervención policial y de la imputación de su líder la actividad de la banda fue frenada.

El Cuerpo Nacional de Policía está desarrollando un plan de choque para evitar la implantación de estas bandas latinas en Asturias. En lo que va de año, la Jefatura Superior de Policía de Asturias ha detenido a 31 jóvenes como presuntos integrantes de los dos grupos que intentan organizarse en Asturias y emular a las bandas ubicadas en las grandes ciudades. En Gijón se encontrarían los denominados «Ñetas» y en Oviedo los llamados «Latinos de Fuego». Ahora debe contarse a una tercera, quizá más peligrosa, entre las que tratan de implantarse en la región.

Las últimas detenciones de pandilleros se produjeron los días 18 y 21 de julio, en Gijón, cuando seis jóvenes, cuatro de ellos menores de edad y presuntos «Ñetas», participaron en una riña tumultuaria que comenzó en una carpa situada en el interior de un recinto de la «Semana negra» y que continuó en las inmediaciones de una discoteca.