La preocupación de Vilabrille va más allá de la estadística. «Un sólo caso de absentismo ya es motivo de preocupación, porque un alumno absentista está abocado a ser un fracasado social, pero la preocupación es mayor si se tiene en cuenta que hay un pequeño repunte cada año y que cada vez comienza a edades más tempranas, lo que hace reflexionar sobre el papel de la familia», indicaba ayer el concejal socialista.
De hecho, esos 86 absentistas del curso pasado son el 20,19% de los 426 alumnos que faltaron a clase más del 20% de los días en los cinco años que lleva funcionando el plan municipal contra el absentismo escolar. La edad más problemática es la de los 15 a 16 años, y, pese a los prejuicios que puedan existir, el 50% de los absentistas son miembros de familias que no tienen la consideración de desestructuradas. Además, el perfil del alumno absentista incluye los principios de retraso escolar, desmotivación y reincidencia. El Ayuntamiento ha intervenido por absentismo en 28 centros públicos: 15 de Primaria y 13 de Secundaria. A partir de este curso se suman los centros concertados al plan municipal.
La estadística
El curso pasado se detectaron 86 casos entre 24.777 alumnos matriculados: un 0,35%. En los últimos cinco cursos el número total de alumnos que faltaron a a clase más del 20% de sus horas lectivas fue de 426
La edad
La edad más problemática es de los 15 a 16 años.