Para los gijoneses, las cabinas telefónicas no sólo sirven para llamar; también sirven para estar a la última en cuanto al arte moderno. A lo largo de este mes, la ciudad lucirá más vanguardista que nunca gracias a Cabina, una exposición urbana y gratuita de 30 teléfonos públicos decorados con creaciones de una treintena de jóvenes autores asturianos.
Para contemplar todas las obras hay que mentalizarse de caminar varios kilómetros. Una de las formas de hacer el recorrido sin perderse es empezar en la Sala Astragal (avda. Constitución, 45) y dirigirse hacia el paseo de Begoña. Una vez allí, atravesar la avenida de Pablo Iglesias hasta la Plaza de Toros y llegar a Cimadevilla por la calle Uría.
El siguiente tramo se hace recorriendo el paseo de El Muro y el cauce del Río Piles hasta llegar al estadio de El Molinón. La última obra, frente a la Universidad Laboral, es quizás la más impactante de todas: la imagen de una mujer ahorcada sobre un gran charco de sangre dentro de una cabina con las banderas de la Unión Europea y Estadios Unidos opintadas en el exterior.
Con esta muestra se celebran los diez años de la Sala Astragal, el espacio que reserva el Conseyu de la Mocedá de Xixón para los jóvenes artistas.