Un millar de personas exige en Gijón que «el aborto sea un derecho sanitario»

FOTO:CABECERA. La manifestación transcurrió por las calles más céntricas de Gijón y cortó el tráfico durante una hora.
«Si los curas y frailes parieran el aborto sería legal», «Dónde estaban cuando Irak los del foro familiar», «Dónde están, no se ven, los que abortan del PP». Estas y otras consignas convertidas en letras de improvisadas canciones fueron coreadas ayer por los algo más de mil manifestantes que recorrieron las principales calles del centro de Gijón para «exigir» que el aborto sea considerado un «derecho sanitario».

Un total de cincuenta colectivos, entre asociaciones feministas y de jóvenes, sindicatos como CC OO, USO y UGT, y partidos políticos (PSOE, IU-Bloque por Asturies y PCA) respondieron a la convocatoria y firmaron el manifiesto que fue leído, primero en asturiano, y después en castellano, en la plaza Mayor, una hora después de que la cabecera de la manifestación iniciara la marcha. A esas alturas, los organizadores ya calificaban como un «éxito total» el acto.

Al final del mismo se sumó además la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso. En ese preciso momento se leyó un manifiesto en el que los convocantes mostraron su «solidaridad con las mujeres investigadas por abortar y con los y las profesionales que hasta hoy lo han hecho posible».

Denuncian en su mensaje que las recientes actuaciones judiciales en contra de las mujeres que interrumpieron voluntariamente su embarazo, «evidencian la situación jurídica en la que nos dejó a las mujeres la ley del aborto aprobada en los años 80». Una ley que consideran «un cierre en falso para un problema que afecta a decenas de miles de ciudadanas cada año».

Los manifestantes critican que esa ley contemple el aborto como «un delito» y exigen a «los poderes públicos, instituciones y partidos políticos y especialmente al gobierno resultante de las urnas el 9 de marzo un compromiso claro y decidido para que el aborto sea reconocido como un derecho ejercido desde la libre decisión de las mujeres y garantizado en la red sanitaria pública»

«Amenazas e insultos»

Además, el manifiesto pone de relieve «la violenta campaña orquestada desde los sectores religiosos más fundamentalistas y las derechas políticas ultraconservadoras». Sostienen los firmantes que «utilizan la intimidación, las amenazas, la mentira, el insulto e, incluso, la violencia tanto física como verbal para imponer su modelo de familia patriarcal».

Contra ellos dirigieron sus consignas. Sobre todo, situaron en la diana de sus críticas a la Conferencia Episcopal, el Foro de la Familia y el PP. Incluso unas manifestantes se disfrazaron de monjas y obispos. Algunas de sus proclamas fueron más duras que otras, aunque en la pancarta principal y la que en suma resume el espíritu de la manifestación decía sencillamente: «Nosotres decidimos».

A las manifestantes se sumaron muchos hombres, entre ellos el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Justo Vilabrille, que hizo el recorrido acompañado de Justo Rodríguez Braga, de UGT, y el ex concejal de Urbanismo, Jesús Morales. También estaban la candidata de IU al Congreso, Laura González, Noemí Martín, Clara Costales, Marta Pulgar, Gloria Fernández, y otras muchas representantes de la lucha feminista. Nombres, la mayoría, que ya salieron a la calle hace veinte años -y así lo recordaban ayer- para reivindicar lo mismo.
FOTO:CABECERA. La manifestación transcurrió por las calles más céntricas de Gijón y cortó el tráfico durante una hora
«Si los curas y frailes parieran el aborto sería legal», «Dónde estaban cuando Irak los del foro familiar», «Dónde están, no se ven, los que abortan del PP». Estas y otras consignas convertidas en letras de improvisadas canciones fueron coreadas ayer por los algo más de mil manifestantes que recorrieron las principales calles del centro de Gijón para «exigir» que el aborto sea considerado un «derecho sanitario».

Un total de cincuenta colectivos, entre asociaciones feministas y de jóvenes, sindicatos como CC OO, USO y UGT, y partidos políticos (PSOE, IU-Bloque por Asturies y PCA) respondieron a la convocatoria y firmaron el manifiesto que fue leído, primero en asturiano, y después en castellano, en la plaza Mayor, una hora después de que la cabecera de la manifestación iniciara la marcha. A esas alturas, los organizadores ya calificaban como un «éxito total» el acto.

Al final del mismo se sumó además la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso. En ese preciso momento se leyó un manifiesto en el que los convocantes mostraron su «solidaridad con las mujeres investigadas por abortar y con los y las profesionales que hasta hoy lo han hecho posible».

Denuncian en su mensaje que las recientes actuaciones judiciales en contra de las mujeres que interrumpieron voluntariamente su embarazo, «evidencian la situación jurídica en la que nos dejó a las mujeres la ley del aborto aprobada en los años 80». Una ley que consideran «un cierre en falso para un problema que afecta a decenas de miles de ciudadanas cada año».

Los manifestantes critican que esa ley contemple el aborto como «un delito» y exigen a «los poderes públicos, instituciones y partidos políticos y especialmente al gobierno resultante de las urnas el 9 de marzo un compromiso claro y decidido para que el aborto sea reconocido como un derecho ejercido desde la libre decisión de las mujeres y garantizado en la red sanitaria pública»

«Amenazas e insultos»

Además, el manifiesto pone de relieve «la violenta campaña orquestada desde los sectores religiosos más fundamentalistas y las derechas políticas ultraconservadoras». Sostienen los firmantes que «utilizan la intimidación, las amenazas, la mentira, el insulto e, incluso, la violencia tanto física como verbal para imponer su modelo de familia patriarcal».

Contra ellos dirigieron sus consignas. Sobre todo, situaron en la diana de sus críticas a la Conferencia Episcopal, el Foro de la Familia y el PP. Incluso unas manifestantes se disfrazaron de monjas y obispos. Algunas de sus proclamas fueron más duras que otras, aunque en la pancarta principal y la que en suma resume el espíritu de la manifestación decía sencillamente: «Nosotres decidimos».

A las manifestantes se sumaron muchos hombres, entre ellos el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Justo Vilabrille, que hizo el recorrido acompañado de Justo Rodríguez Braga, de UGT, y el ex concejal de Urbanismo, Jesús Morales. También estaban la candidata de IU al Congreso, Laura González, Noemí Martín, Clara Costales, Marta Pulgar, Gloria Fernández, y otras muchas representantes de la lucha feminista. Nombres, la mayoría, que ya salieron a la calle hace veinte años -y así lo recordaban ayer- para reivindicar lo mismo