El futuro de nuestros jóvenes

ANTE la proximidad de las elecciones, y considerando que no ha existido con el Gobierno de Zapatero una política que atendiera las necesidades e inquietudes de los jóvenes, sería necesario hacer una valoración de las promesas realizadas y de la situación actual en la que vive la juventud española. Es preciso recordar que no se han cumplido las ofertas electorales hechas en 2004, no se ha creado el prometido Ministerio de la Juventud, tampoco la Comisión de la Juventud en el Congreso, ni por supuesto la Oficina Parlamentaria Joven Congreso-Senado.

El Plan de Juventud 2005-2008 fue rechazado por la mayoría de las fuerzas políticas en el Parlamento. A pesar de que todos los grupos instaron al Gobierno para su reelaboración, Zapatero hizo caso omiso y continúo con el mismo Plan, que está totalmente vacío de contenido y no responde a las verdaderas necesidades de los jóvenes.

En estos días de campaña electoral es necesario hacer memoria y recordar que los problemas, que persisten en el tiempo para los millones de jóvenes españoles, continúan siendo sobre todo el paro y la inaccesibilidad de la vivienda, con sus negativas consecuencias: la imposibilidad de emanciparse y vivir autónomamente.

¿Cómo puede ser posible que a pesar de todas las medidas adoptadas por el actual Gobierno para pretendidamente paliar estos problemas continúen, no en el mismo punto de partida que hace cuatro años, sino en una situación más precaria e insostenible?

La triste realidad de nuestros universitarios, que concretamente en Asturias se encuentran entre los mejor formados de España, es que no consiguen encontrar empleo, y muchos deciden buscarlo fuera de nuestra comunidad, al no poder absorber nuestro tejido empresarial la oferta existente. Hay que mencionar que escasamente un 1% opta por montar su propio negocio, ante las escasas expectativas de futuro que Asturias ofrece. Esta situación hace pensar a los padres de estos jóvenes, que han dedicado grandísimos esfuerzos para que sus hijos reciban una buena enseñanza y se formen para tener una cualificación que les permita acceder a un empleo digno, que al final la recompensa consista en que más de la mitad de los jóvenes que encuentran trabajo no disponen de independencia económica, que siete de cada diez declaran que su primer trabajo no tiene nada que ver con los estudios realizados y que dos tercios de los jóvenes tienen un contrato temporal. Además, casi uno de cada cinco no tienen ningún contrato, está desempleado. Hay que recordar que la tasa de paro de los jóvenes en Asturias es más del doble de la media nacional y supera en más de dos puntos la media europea. Es otro dato desolador, pero real de la situación en que juventud vive.



Con respecto a la vivienda, la situación no es mejor, los jóvenes que optan por la emancipación, si desean adquirir una vivienda libre, deben conocer que tendrán que dedicar un 65% de media de su salario para poder adquirirla. Con respecto al alquiler, las medidas adoptadas han sido pocas e ineficaces, con nefastos ejemplos como los famosos minipisos. La última idea han sido las medidas de pago de parte del alquiler a los jóvenes, ya incorporadas en el Plan de Vivienda aprobado y vigente desde 2005. Esta medida de apoyo a la emancipación, que surge a golpe de demandas sociales, ha provocado que el alquiler de las viviendas haya subido este mes de enero un 3,6% respecto al mismo mes del año pasado. El resultado de esta medida es otro problema y no una solución.


Ante esta dura realidad de improvisaciones y desaciertos, el Partido Popular sí tiene un programa y no adoptaría nunca decisiones precarias para salir del paso, sino que se adelantaría a las necesidades de la sociedad, especialmente a las de los jóvenes. Aprobaría un Plan de Juventud 2008-2012 consensuado con el resto de administraciones y el resto de formaciones políticas, promovería un contrato dual formación-trabajo para que se pueda simultanear la formación profesional y el primer empleo, fomentaría la actividad de los jóvenes emprendedores, facilitándoles la creación de su propia empresa, crearía un parque de viviendas en alquiler en los suelos del patrimonio público y, en este sentido, adoptaría una gran cantidad de iniciativas y medidas ya previstas en el programa electoral.

Es evidente que el Partido Popular considera que los jóvenes son los mejores interlocutores para conectar nuestra sociedad con la libertad, el dinamismo y el acelerado ritmo de oportunidades que genera el siglo XXI. Estamos convencidos de que es posible resolver los graves problemas que se derivan de la situación del empleo en Asturias y en España y los que se refieren al empleo juvenil en particular, como es la precariedad en la contratación, la temporalidad y la pérdida de capacidad adquisitiva de los salarios.