«El joven de ahora no quiere escuchar y el adulto está cansado de repetir»

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JAVIER GONZÁLEZ ZAPICO ELOY MÉNDEZ Coordinador del grupo scout de La Calzada

Javier González fundó el grupo scout de La Calzada en 2004 tras abandonar el de San Miguel de Pumarín y lo convirtió en uno de los siete que actualmente se agrupan en el Movimiento Scout Católico de Asturias. Desde entonces dirige, en estrecha colaboración con la parroquia de Fátima, un colectivo formado por más de medio centenar de jóvenes del barrio. Cree que los miembros de su movimiento están sometidos a muchos tópicos erróneos y defiende su labor en pro de «una sociedad mejor».

-¿Qué es ser scout?

-Es ser actor y no espectador. En eso pensé cuando fundé el grupo de La Calzada y cuando escogimos los colores verde y rojo de nuestra pañoleta. Verde porque es un color muy usado por grupos asturianos y rojo por la pasión. Existen muchos prejuicios sobre lo que es ser scout. El primer gran error es decir «boy scout» y no «scout» a secas. Somos chicos y chicas, no sólo «boys».

-Pero muchas veces se ha asociado este movimiento a otros vinculados a la religión o el poder.

-Sí, hay muchos errores al respecto. Mucha gente lo asocia a actividades paramilitares, grupos medio ocultos... Nada que ver. Es cierto que en algunas dictaduras fascistas se aprovecharon de la estructura scout para servirse de sus miembros. Pero el movimiento scout no tiene nada que ver con eso.

-¿Con qué tiene que ver? ¿Cuáles son sus valores?

-Nosotros tenemos una ley scout que tiene diez puntos y que están redactados por nuestro fundador, el militar británico Robert Baden-Powell. La esencia de esa especie de diez mandamientos es ser buena persona. Es decir, ser una persona social, solidaria con los demás y con la naturaleza, consecuente entre lo que dices y haces. El gran lema scout es «dejad este mundo en mejores condiciones que como lo habéis encontrado». Si todos hiciéramos esto, todo iría mucho mejor. Además, el scout debe ser una persona sana tanto de corazón como a la hora de cuidarse.

-Pero en España el movimiento scout tiene muchas vinculaciones con la Iglesia católica.

-Dentro de la Federación Española de Scouts se contemplan varias líneas, tanto laicas como cristianas. Luego ser scout no significa necesariamente tener que ver con la Iglesia. En el caso de nuestro grupo sí tenemos relación directa, puesto que la parroquia de Fátima es la que nos apadrina. No obstante, creo que la Iglesia está algo desconectada de la juventud. Evidentemente colaboramos, pero no significa ni mucho menos que seamos lo mismo. Yo no tengo ninguna atadura, aunque soy creyente y en nuestras reuniones tocamos el tema de la fe.

-¿Qué otros temas tocan?

-En cualquier grupo scout se realizan actividades enfocadas al desarrollo psíquico y físico de cada uno de los chavales. Siempre con el amor, el respeto y la tolerancia como referentes. Las actividades siempre las hacemos los sábados. Organizamos caminatas, jornadas de convivencia... Son los chavales los que deciden qué actividades quieren hacer en su tiempo libre. Desde chocolatadas al desarrollo de proyectos de cooperación.

-¿Qué valores deberían predominar en la juventud actual?

-La juventud de hoy en día sabe qué valores son los positivos. Pero, muchas veces, no le apetece aplicarlos. La aplicación de unos valores serios implica un compromiso. Actualmente parece que sólo sabemos jugar a ser Peter Pan o Garfio. La responsabilidad nos pesa. Creo que sólo hay una minoría de jóvenes que están desorientados, pero que son los que más ruido hacen. Además, muchas veces creo que los padres no saben decir a sus hijos que no. Podríamos decir que el joven de ahora no tiene ganas de escuchar y el adulto se ha cansado de repetir.

-De lo que no se cansan los jóvenes es de su tiempo de ocio. ¿Lo saben emplear?

-La oferta de ocio no está mal enfocada. Pero creo que es algo reducida. Está enfocada al deporte, a la videoconsola... Son actividades que sólo fomentan la competitividad y suponen compartir experiencias de manera sólo instantánea. Los scouts tenemos acampadas, actividades en grupo... Y en ellas nos conocemos y vivimos en compañía. Son cosas que no da un simple torneo de fútbol.

-¿Hace falta un mayor asociacionismo juvenil?

-Cada vez hay menos de eso. La participación es baja, pero aún así somos bastantes. Antes creo que había mucha más implicación. Pero cada vez somos más individualistas. Los chavales antes jugábamos en la calle. Ahora quizás haya más problemas porque hay más coches, más tráfico... Ahora los chavales aspiran a quedarse en casa jugando a la Playstation.

-¿Debe el Estado aspirar al laicismo?

-Quizás algunas políticas laicistas sean necesarias porque van a mostrar líneas diferentes a lo de ahora. Ahora bien, como todo, en su justa medida. Lo radical es malo para todo. Es posible que un laicismo radical dejara vacío el lado espiritual del ser humano. No creo que ninguna doctrina nos tenga que decir qué debemos hacer y qué no.

-¿Por qué la juventud se muestra defraudada por la política?

-Confío en los políticos que quieren hacer algo bueno por la sociedad. Creo que deben ilusionar como se ilusiona el niño que cree en los Reyes. Pienso en gente como Obama. Políticos que sepan generar ilusión. Ahora bien, creo que el pueblo español no ha tenido suerte con sus políticos. Ha habido mucho ladrón y muchos desaciertos en este sentido.

-El Principado dice que ya no puede pagar el «cheque bebé».

-Eso fue un mal cálculo, una mala estimación. El PSOE hizo muchas promesas y ya vemos ahora los resultados. Pero creo que hubiera sido parecido con el PP. Lo que hace Zapatero y sus secuaces no se diferencia mucho de lo que hubieran hecho Rajoy y su «niña».

-¿Cómo animaría a niños y niñas para ser scouts?

-Lo primero es desmitificar lo que es ser scout. Para ser scout hay que vivirlo. Lo principal sería que los padres se enterasen de lo que es ser scout. Es curioso que muchos padres paguen 800 euros para que sus hijos vayan al campamento veraniego del Ayuntamiento con monitores que no conocen de nada y que no quieran meterlos en un grupo de gente que nos vemos todas las semanas.

- Nació el 11 de noviembre de 1979 en Bruselas.

- Llegó a Gijón con cinco años. Estudió en los CP de El Llano y Montevil y en los IES Mata Jove y Padre Feijoo.

- Formó parte del grupo de scouts de San Miguel. En 2004 fundó otro grupo en La Calzada, del que actualmente es coordinador. Lo integran 54 jóvenes.

- Ayuda en el negocio familiar y además es mediador de conflictos en Seguros Vitalicio.