Así estamos, últimamente en la política parece que vale todo, con tal de hacer daño, calumniar, intoxicar al ciudadano con una mentira detrás de otra?, algunos políticos de esta ciudad ocupan su tiempo en ello. Seguro que muchos tenemos mucho que decir al respecto, seguro que si algunos supieran de qué calado son las mentiras que se están diciendo no perdonarían semejante indecencia, pero, claro, otros trabajan en otras preocupaciones distintas de contestarles.
Todos estamos en el punto de mira, sin escrúpulos de ningún tipo cualquier día te puede tocar a ti, siempre y cuando eso atienda a determinados objetivos político-personales de alguna.
La semana pasada nos toco a los jóvenes, claro a algunos jóvenes, a todos esos «que a través de sus asociaciones con recursos económicos están manipulados por los representantes políticos», «esos que han entrado en el ya famoso club de amigos y parientes», o quien sabe si «esos otros que coartan la libertad de los demás para asociarse». Sí, así lo explicaba M.ª Teresa Menéndez (concejala popular) en un artículo en el que aclamaba el «Día internacional de la juventud».
Lo que nos diferencia, Maite, es que para mí, y para muchos, el «Día internacional de la juventud» es todos los días, porque cada día se dedica tiempo en esta ciudad a solucionar problemas concretos de los jóvenes. No somos ilusos, sabemos de la dificultad para solucionar algunos problemas, pero se pone esfuerzo y dedicación y, fíjese, a pocos kilómetros de aquí gobiernan ustedes y no hay una impresionante política de juventud; es más, prácticamente es inexistente, y a la valoración que estos días en los medios hacían representantes juveniles de esa ciudad me remito.
Pero no tengan cara, dejen de apropiarse de la Constitución cuando les interesa. Mire, por si no lo sabía, la ley de Asociaciones actual, que oprime la participación desde lo mas básico, es un producto suyo, de su partido, un recuerdo del Gobierno del señor Aznar. Si hoy es más difícil ejercer el derecho a participar es gracias a ustedes.
Como decía, en política, según ustedes, vale todo. Pero lo que no le voy a consentir es que ponga en duda la valía o el compromiso desinteresado de muchos jóvenes con esta ciudad. No se puede soltar la lengua y quedarse tan a gusto porque las cosas hay que demostrarlas. Es de muy poca seriedad, y de menos decencia, insinuar que hay asociaciones, y en consecuencia jóvenes, que están manipulados por el gobierno local a cambio de recursos económicos. Esto es caer muy bajo, Maite, sobre todo porque desde que usted es miembro de la Corporación municipal se ha interesado bien poco por conocer mejor a esos jóvenes y por esas entidades.
Pienso que sus críticas van más bien dirigidas al gobierno local, pero siento que las reciben jóvenes y entidades de la ciudad, y compartirá conmigo en que eso no debería ser así.
Es muy feo insinuar ciertas cosas sin probarlas o sin tenerlas del todo claras. Pero ya sabemos que lo suyo es difamar.
Si no están en el día a día de lo que hacen jóvenes y asociaciones en Gijón, tengan al menos la honradez de no menospreciarlo. Sean por una vez dignos en algo, utilicen su juego político con quien puede contestarles, pero no bajen al juego sucio de implicar a quien no tiene capacidad de respuesta. Y sabe bien que no todos los jóvenes a los que ha calumniado podrán decírselo, pero permítame tomar la palabra y decírselo en nombre de todos ellos.
Podrán poner encima del campo de batalla cuantas cuestiones consideren que les ayudan a corromper la buena salud política de esta ciudad, pero créame si le digo que tarde o temprano los ciudadanos sabrán con quienes están tratando.
Un consejo, y no suelo darlos, no es bueno contar mentiras siendo consciente de que se esta mintiendo.