«La voz de los jóvenes es importante porque aprendemos los unos de los otros, de
forma horizontal»
MARÍA JOSÉ MONZÓ Coordinadora de los Encuentros de Juventud de Cabueñes
María IGLESIAS
Coordinadora de los Encuentros de Juventud de Cabueñes
«Los Encuentros de Cabueñes han marcado la mayor parte de las políticas de juventud del país», «mucho más de lo que la gente piensa». Con estas palabras, la coordinadora de los seminarios, María José Monzó, recalca «la importancia» de esta actividad, que dará comienzo el próximo 22 de septiembre y que se alargará hasta el día 26. Como responsable de la red del servicio de información de las islas Baleares y experta en nuevas tecnologías, María José Monzó ha centrado los talleres de los Encuentros de Cabueñes en temáticas para «conocer el nuevo espacio virtual».
-¿Qué importancia tienen estos Encuentros de Cabueñes?
-Marcan un cambio en las políticas de juventud, que hasta ahora se han preocupado del tema de la emancipación o del tiempo libre. Pero ahora ha nacido un espacio donde viven y se educan los jóvenes, que es el espacio virtual, y ya se están viendo las consecuencias. De alguna manera, los políticos de juventud y las asociaciones tenemos que reflexionar sobre qué pasa y qué queremos que pase. Las políticas de juventud son políticas de futuro, por eso tenemos que estar a la última de lo que está pasando. Eso implica no sólo intervenir, sino también investigar y escuchar. Para nosotros es importante la voz de los jóvenes, de los nativos de internet. Cabueñes son los únicos encuentros en España donde se reúnen políticos de juventud, jóvenes líderes de asociaciones, técnicos de juventud y jóvenes, eso es único. Cabueñes marca el escenario de las nuevas políticas de juventud.
-¿Qué caminos deben seguir esas políticas de juventud?
-El tema es la ciudadanía digital. Debemos aprender a movernos en ese espacio, entonces las políticas de juventud deben investigar e intervenir aportando valores. Todos los Encuentros de Cabueñes tratan sobre cómo colaborar como ciudadanos con voz, con derecho, en la ciudad virtual. Hay que marcar una visión sobre todas las cosas positivas que aportan las tecnologías, intentando sacarnos los prejuicios de los adultos, que somos los inmigrantes de internet, debemos aprender y prever qué pasará. Nadie dejaría a su hijo solo en una ciudad, por eso los adultos debemos aprender qué pasa en las ciudades para poder transmitir. En Cabueñes estamos aprendiendo los unos de los otros.
-¿Qué aportarán estos seminarios a los jóvenes?
-Para mí es muy importante la parte de talleres porque para ser libre el conocimiento es la herramienta. Muchas veces trabajamos con las nuevas tecnologías sin saber cómo funcionan, esto hay que controlarlo para poder funcionar. No sólo habrá una parte de reflexión, sino también una parte práctica para ser libres en la red.
-¿Cuáles son los contenidos fundamentales de los talleres?
-Hay uno muy interesante sobre cómo construir la identidad digital, cómo usar tu imagen, qué consecuencias puede tener usarla mal, o cómo hacer un blog, encontrar trabajo, etcétera. Todo lo que nos hace ser autónomos con algo que casi es parte de nuestra personalidad. Todo lo estamos basando en las tecnologías, por eso cuanto más sepamos, mejor.
-¿Hasta qué punto estas nuevas tecnologías cambian la forma de comunicarnos?
-Cambian mucho, pero hay muchas cosas que no sabemos. Dentro de unos cuantos años los enamoramientos serán más mentales, más lingüísticos. A veces pienso que dentro de unos años nos resultará raro tocarnos. Las tecnologías exigen aprender constantemente, exigen saber mucho, y necesitas tiempo para saber dominarlas.
-¿Desaparecerán otros modelos de comunicación?
-No creo que se pierdan, sino que a veces recuperamos. Por ejemplo, las cartas de amor son el mail o el SMS. Con tres dígitos le decimos te quiero a una persona, y hace una década no lo expresábamos. Estamos adaptándonos a tener más canales. A veces encontramos falta de silencio, es muy ruidosa la sociedad de la información.
-¿Qué balance quieren obtener de los encuentros?
-Lo más importante es que aprendamos los unos de los otros y tengamos ilusión y curiosidad por aprender, y sobre todo de una manera muy horizontal.