diciembre 2007

--Dicen de ustedes, los políticos, que sólo se acuerdan de los jóvenes en campaña electoral.

--Es cierto que los jóvenes han tomado un protagonismo en la agenda política que hasta hace unos años no tenían. Y eso es positivo. No creo, sin embargo, que los políticos sólo se acuerden de los jóvenes en campaña.

-- ¿Es esperable algún guiño hacia los jóvenes en esta campaña?

--Lo hubo durante estos años de gobierno en Asturias y en España. Ahora es el momento de hacer balance a nivel estatal de lo prometido y de lo cumplido. Creo que el balance es muy positivo. Veníamos de una situación anterior muy diferente, en la que el Partido Popular había agredido a los jóvenes.

-- ¿Agredido?

--España, dentro de la Unión Europea, era el penúltimo país tras Grecia en inversión educativa. En el salario mínimo interprofesional, sólo estábamos mejor que Portugal.

--Los jóvenes tienen hoy fuerza para cambiar gobiernos.

--En las últimas generales, hubo un aumento de participación muy significativo. Los partidos saben que los jóvenes son un elemento de cambio.

--Se les ha adelantado Rajoy al anunciar la exención de impuestos a los mileuristas.

--Bajar los impuestos y aumentar las prestaciones parece que tiene difícil encaje. Tuvieron oportunidad de hacerlo en ocho años.

--Zapatero, no nos falles. ¿Ha fallado?

--No. Se han abordado todos los temas. La primera medida fue retirar las tropas de Irak. Cuestiones que atañen mucho a los jóvenes, como la precariedad laboral, se están atajando. El salario mínimo ha subido. En materia de vivienda, se ha cogido el toro por los cuernos. Se han incrementado los derechos ciudadanos... Por eso creo que los jóvenes nos van a apoyar.

--Otra frase célebre. La leyenda urbana de Areces. ¿Fue una metedura de pata del presidente?

--Las palabras respondían a unas cifras disparatadas según las cuales salían más de 18.000 jóvenes al año en Asturias, cuatro promociones de la Universidad. Aunque a muchos no les guste oírlo, entran más jóvenes de los que salen.

-- ¿Los jóvenes son mayoritariamente de izquierdas?

--Lo son. Lo demuestran las encuestas, las últimas elecciones generales, su participación en la calle, en asociaciones, en el voluntariado.

-- ¿Y qué les preocupa?

--Es curioso. Hace unos años les preocupaba primero el empleo y luego la vivienda. Ahora ese orden se ha invertido. Y esto tiene que ver con un fenómeno y es que el empleo actual no te da acceso a la vivienda. Si analizamos otras preocupaciones, lo que hace feliz a los jóvenes está en la afectividad.

--Muchos jóvenes no ganan ni mil euros. ¿Un sueldo digno?

--Efectivamente hay muchos jóvenes que no llegan a los mil euros y hay otros que ni siquiera tienen estabilidad. Casi un 30% de los jóvenes no saben qué contrato tienen. No es por desinterés es porque son tantos los cambios contractuales y tan poco lo que pueden protestar que la situación provoca un cierto hartazgo.