Europa

Ahoj otra vez!!

Estos dos meses han sido muy intensos y tengo muchas cosas que contar, pero por otro lado apenas he parado de trabajar o hacer cosas, y no tuve mucho tiempo libre para descansar. El mal tiempo ha llegado, a las 4 de la tarde ya es de noche y en consecuencia el reloj interno pide hacer la cena a las 6 de la tarde... así que a partir de ahora, los viajes mejor cortitos.

Estos dos meses me he dedicado a recorrer los pequeños rincones checos, y he llegado a sitios como las Rocas Adršpach-Teplice, unas formaciones rocosas impresionantes y enormes, con un lago precioso que las recorre. Al parecer está prohibido bañarse en dicho lago porque se contamina la "pureza" del agua con la ropa, pero los checos se bañan desnudos en verano así como a escondidas, por tanto espero volver en verano y corroborar si esta práctica es cierta.

También he viajado a ciudades checas preciosas como Olomouc, una especie de Praga en miniatura, con su propio reloj astronómico y todo (solo hay dos en toda Chequia, y el otro está en Praga), pero sin los turistas, el agobio y los precios de la gran ciudad.

Y hemos subido a la montaña más alta de toda República Checa, Sněžka. En la cima nos esperaba un frío increíble a temperaturas negativas, unas vistas de montaña preciosas, y señores checos haciendo senderismo sin camiseta ni pantalón largo. Pa qué.

Pero en evento que ha marcado un antes y un después durante mi estancia ha sido el "On arrival", una convivencia de 5 días con voluntarios de toda República Checa para compartir experiencias y aprender más cosas sobre la cultura checa. Se supone que se llama "On arrival" porque sucede al poco de llegar al país, pero en mi caso pasaron 3 meses hasta que recibí la invitación, así que empezaba a pensar que se había perdido junto con la lechuza que me tiene que traer la carta de Hogwarts.

En el On Arrival conocí personas procedentes de 11 países con objetivos e historias completamente diferentes, cuyo único nexo común era vivir en Rep. Checa, por lo que fue una experiencia increíblemente enriquecedora y proactiva. A la vuelta me sentía llena de energía y no paraba de sugerir nuevas ideas, talleres e incluso colaboraciones artísticas con otros voluntarios que conocí allí.

La mejor experiencia del On Arrival tuvo lugar el último día, donde hicimos un workshop para mostrar nuestras pasiones a los otros, durante 7 minutos exactamente. Llegar a condensar tanta información en tan poco tiempo hizo que pudiera ver como los ojos de los demás brillaban al hablar de las cosas que les movían en la vida, y aquí voy a dejar un pedacito de esa experiencia. Mi workshop giró en torno a la ilustración, pero lo que quería mostrar no era mi habilidad, sino sacar a relucir la suya, a través de una serie de propuestas que no requieren de técnica para componer un resultado visual y bonito. Al final todos podemos explorar nuestro lado creativo y desarrollarlo, si nos quitamos los complejos y miedos al error que nos enseñan en la escuela.

A la vuelta del On Arrival me esperaban una serie de eventos y talleres navideños y esa sensación de proactividad y energía tuvo que entrar en pausa y ser reemplazada por muñequitos de nieve y villancicos checos espantosos.

 A la vuelta de navidades espero poder hacer un resumen de la navidad checa y sobrevivir al temporal, porque estos días está comenzando a nevar y se avecinan temperaturas negativas que no se irán hasta dentro de unos meses. Así que este mes me despido con las últimas fotos del otoño checo, que estuvo lleno de colores y hojas de árboles cayendo a cada paso :)