Europa

¡Hola!

Esta semana os voy a hablar de nuestra formación intermedia como voluntario europeo y de mis sensaciones después de haber participado de distinta maneras en varias fiestas tanto aquí en Gijón como en pueblos.

La formación intermedia organizada por la Agencia Nacional Española es parte integrante de nuestro voluntariado. Como me lo esperaba, fue muy diferente de la primera: menos fiesta, mucha más gente y un lugar con sol y piscina. Las actividades en grupos pequeños fueron muy interesantes y me ayudaron a pensar en mi recorrido de voluntario desde algunos meses. Aprendí muchas cosas y tengo todavía más ganas de seguir desarrollando las actividades del Conseyu y de aprender cada día cosas nuevas. Aproveché también para tomar el sol y cuando visitamos Málaga, ciudad que ya conocía, solo quería quedarme en la playa a disfrutar. No sabía que una ola de calor iba a entrar en todo el país.

Después de la formación pasé el fin de semana en León para despedirme de tres compañeros voluntarios que tienen que regresar a sus países: Manuel, Valentina y Vladimir. Os deseo a los tres mucha suerte para el futuro y seguro que nos vamos a ver pronto. Aprovechamos para ir a una fiesta de pueblo con otro compañero de León, Álvaro. La fiesta era lo típico con botellón y música comercial. Lo pasamos bien hasta que un frío tremendo llegó con la madrugada. El desierto de Castilla: 30 grados de día, 8 de noche.

 La semana estuvo marcada con la preparación de la intervención que íbamos a llevar a cabo con el Grupo de Salud en el Festival Tsunami de Xixón el 3 y el 4  de agosto. En el festival actuó grupos famosos como Prodigy, Bad Religion o The Hives (mi preferido). Empezamos la intervención a las 23h de la noche y como de costumbre llevamos a cabo los controles de alcoholemia y el reparto de chapas y de Diversipro (un falso medicamento contra la homofobia). El domingo fui andando hasta ahí (unos 4 kms desde mi casa) y descubrí zonas verdes y ríos. Cuando lleve mi bici a Gijón voy a explorar más todos estos senderos verdes que salen de la ciudad.

Para acabar el fin de semana fui a una fiesta asturiana muy famosa llamada Xiringüelu (o Xirin). Es una fiesta que tiene lugar en Pravia, al oeste de Avilés, en un prao en las orillas del río Nalón. Casetas, botellones y música. Era impresionante para mí porque había 35000 personas y el sol pegaba fuerte a todos los participantes. Por eso decidimos (mis amigos y yo) solo tomar agua.

Después de un fin de semana tan largo, me va a costar algunos días reponerme pero aprendí que Asturias en verano es mucha fiesta.

¡Hasta Luego!