Para los que no me conozcan -y para los que no se acuerden de mi, me vuelvo a presentar:

Me llamo Manuel Marqués y el año pasado estuve de voluntariado europeo en Lituania, colaborando con las actividades educativas del Jardín Botánico de Kaunas. Aunque principalmente me dediqué a mejorar los folletos, guías y todo lo relacionado con la parte turística del jardín, también me propusieron coordinar los intercambios juveniles y los campamentos de verano. Durante mis nueve meses en el extranjero pude conocer lugares maravillosos, a gente de todo tipo, incluso desarrollé la habilidad de mantener la calma y ser paciente. Porque en los países del este, las cosas van a otro ritmo.

Nunca olvidaré mi último día, con ese gran abrazo de despedida por parte de todo el equipo, y ese regalo tan currado. Casi un año después creo haber reflexionado en todos y cada uno de los consejos que durante mi voluntariado me han intentado transmitir.

A pesar de no encontrar ningún puesto de trabajo estable aquí en Gijón, de los niños a los que ayudé en las actividades y talleres recordé su ilusión por aprender algo nuevo. Me di cuenta que , aunque haya terminado de estudiar hace dos años, uno nunca deja de aprender cosas nuevas todos los días. La inactividad, estar en el paro, caer en la rutina, etc. nos hartan la vida. ¡Proponte un cambio!. Es muy importante mantener la cabeza ocupada y ágil; por eso decidí que el

2014 sería un año para continuar formándome: tras unas merecidas vacaciones, me saqué el título de "Monitor de Ocio y Tiempo libre".

Ahora, he vuelto a la Facultad de Turismo de Oviedo, y estoy asistiendo al curso de "Alojamiento Rural".

 Y un día en clase, la profesora me planteó contar mi experiencia al resto de compañeros. Por eso les preparé un taller de "Organización y diseño de campamentos", en el que les enseñé muchas de mis aventuras por Lituania, y además les expliqué de una manera sencilla cómo organizar y diseñar un campamento de verano para razonar, decir, hablar y debatir. Los compañeros se sorprendieron de la existencia del Servicio de Voluntariado Europeo (tomaron nota) y les impresionó la riqueza cultural y natural de "ese país que queda ahí arriba".

Casi un año después una parte de mi sigue en Lituania, intentando transmitir todos esos consejos que se me han dado, mientras que otro pedazo sigue avanzando hacia lo que me gusta: el turismo de aventura, cultura y naturaleza; sin olvidar la experiencia imborrable de mi voluntariado europeo.

Un abrazo,

Manuel.